Un Nuevo Giro en la Política Hacia Cuba y Latinoamérica: Trump y Rubio en el Poder
- darianqva
- 9 feb
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La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, acompañado de Marco Rubio como Secretario de Estado, marcaría un antes y un después en la política de Washington hacia Cuba y el resto de América Latina. Esta combinación de liderazgo implicaría un endurecimiento significativo de la postura estadounidense frente a regímenes autoritarios de la región como Nicaragua, Venezuela y Cuba, y un resurgimiento de una renovada estrategia de presión y confrontación a todos los regímenes de la región que hasta ahora han estado creando conflictos entre el pueblo y los gobiernos liberales. Ambos son de una línea anticomunista que no tiemblan a la hora de decir las cosas como son, cuentan esta vez con la mayoría en el congreso y en el senado, se avecinan tiempos duros para los regímenes autoritarios de América Latina y el Caribe.

El Caso Cubano: Fin de las Ambigüedades
Para Cuba, la presencia de Marco Rubio en la Secretaría de Estado sería una declaración de guerra política contra el castrismo. Rubio, de origen cubano y firme opositor al régimen de La Habana, ha abogado constantemente por una política de sanciones más agresiva y por el aislamiento del gobierno cubano. En este nuevo contexto, podríamos esperar medidas como:
Mayor presión económica y financiera: Recrudecimiento del embargo con nuevas restricciones a las transacciones bancarias y a la inversión extranjera que indirectamente beneficie al régimen. Sanción a varias empresas e instituciones que usa la dictadura cubana para financiar la fuerza militar y represiva de Cuba, como GAESA, GAVIOTA, CIMEX y otras más.
Políticas más estrictas sobre viajes y remesas: Reducción drástica de los vuelos comerciales y charter a Cuba, restricciones en el envío de remesas, y un posible cierre de las concesiones que permiten ciertas exportaciones a la isla.
Fomento de la oposición interna: Incremento del apoyo a la sociedad civil, a periodistas independientes y a grupos disidentes mediante financiamiento y estrategias de comunicación dirigidas a debilitar la narrativa del gobierno cubano.
Este giro significaría un golpe duro para la élite gobernante en Cuba, que en los últimos años ha intentado mantener una economía en crisis mediante el turismo, la inversión extranjera y el envío de médicos al exterior. Con una administración Trump-Rubio, la presión sobre La Habana podría llegar a niveles nunca antes vistos desde el fin de la Guerra Fría.
Jamás el pueblo cubano hab''ia estado tan cerca de terminar sus años de torturas bajo este régimen totalitario, por una vez se asoma una luz de esperanza para los cubanos que añoran la libertad.

Impacto en Latinoamérica: Alianzas y Rupturas
A nivel regional, este nuevo enfoque estadounidense tendría profundas implicaciones. América Latina está dividida entre gobiernos de izquierda que simpatizan con el socialismo del siglo XXI y aquellos que buscan una relación más pragmática con EE.UU.
Venezuela y Nicaragua en la Mira: El gobierno de Trump, con Rubio al frente de la diplomacia, podría adoptar una estrategia aún más agresiva contra Nicolás Maduro y Daniel Ortega. Sanciones más severas, bloqueo naval a la exportación de petróleo venezolano y mayor financiamiento a la oposición serían escenarios plausibles.
Presión sobre aliados de China y Rusia: Países como Argentina y Brasil, dependiendo de sus gobiernos en el momento, podrían verse obligados a redefinir sus relaciones con Pekín y Moscú ante la nueva política de Washington. En el caso de Argentina el Presidente Libertario Javier Milei se ha mostrado totalmente accesible para facilitar políticas económicas beneficiosas a USA, es muy querido y admirado por el actual presidente norteamericano Donald Trump y su estrecha relación llevaría a una ruptura parcial con China.
Reconfiguración del comercio regional: Un retorno al proteccionismo económico de Trump podría afectar tratados de libre comercio y forzar a países como México y Colombia a renegociar acuerdos para evitar represalias económicas.
Guerra al narcotráfico: LA posición de USA sería de cero tolerancia hacia los cárteles y narcotraficantes que bombardean las calles de USA con drogas, estupefacientes y marihuana.
¿Hacia una Nueva Guerra Fría en la Región?
La combinación de un Trump más radicalizado y un Rubio con una agenda dura contra los regímenes de izquierda podría traer consigo una América Latina más polarizada. Los gobiernos alineados con EE.UU. recibirían un respaldo más sólido, mientras que aquellos cercanos a China, Rusia o Irán enfrentarían sanciones y presiones multilaterales.
Para Cuba y otros países bajo regímenes autoritarios, esta nueva era significaría el fin de cualquier esperanza de flexibilización y abriría la puerta a un aislamiento más profundo. Sin embargo, la gran incógnita radica en hasta qué punto esta estrategia sería sostenible sin desatar una nueva ola migratoria o sin generar conflictos diplomáticos con aliados estratégicos de EE.UU. en la región.
Lo que es seguro es que, con Trump en la Casa Blanca y Rubio en el Departamento de Estado, la política de "tolerancia" hacia los enemigos de Washington quedaría completamente sepultada.
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